El Ayuntamiento de Brunete ha desarrollado una ‘original’ campaña para erradicar la proliferación de graffitis en áreas indebidas al crear un ‘concurso’ que permitía identificar a los que realizaron pintadas en lugares indebidos y perdonarles la multa de 300 euros si limpiaban de grafitis la zona y reproducían de nuevo en un espacio habilitado su obra para disfrute de los vecinos.
En un comunicado, el Ayuntamiento comenta que para concienciar a los jóvenes del prejuicio que producían los graffitis en lugares no autorizados, que afectaba tanto a la imagen como al erario público, organizó un concurso orientado sólo a los graffiteros de la localidad en el que se les ofrecía la posibilidad de ser escogidos para que sus trabajos fueran parte del primer ‘Monumento a la Libertad de Expresión’ de Brunete.
Con ello, se disputaban a un premio de 300 euros y «el honor que su obra quedara inmortalizada en un lugar destacado de la ciudad», un recurso que permitió atrapar a los graffiteros que llevaron a cabo las pintadas en lugares no habilitados dado que se exigía como requisito que «mostraran fotos de sus pintadas».
Fue precisamente a través de ellas como se pudo elegir para el proyecto a los jóvenes que mostraron sus grafitos en lugares «inadecuados y perfectamente reconocibles». Una vez identificados, el eslabón siguiente fue «invitarles a borrarlos» para que se les perdonaran los 300 euros de la multa mínima para actos de este tipo.
Además, se les recomendó que pintaran las mismas obras que habían tenido que borrar, pero esta vez sobre unos paneles fabricados con este fin, que fueron empleados finalmente para crear el prometido monumento a la libertad de expresión.
Con esta campaña, el Consistorio sostiene que hace «pedagogía directa» sobre quienes habían realizado pintadas en lugares no adecuados y respetaba también esta forma de expresión artística en el caso de las personas que actuaban de forma correcta.
Por su parte, el Consistorio remarca que también ha mostrado su respeto a la expresión artística de los graffiteros al habilitar un espacio para goze de los vecinos con las obras de los participantes.
Hasta la fecha, según el Ayuntamiento, «no han vuelto a aparecer las firmas de los cinco graffiteros mencionados», lo que se traducirá en una «sensible reducción» de los costes de limpieza y mantenimiento.
Brunete atrapa a los graffiteros para que limpien sus propias pintadas